domingo, 27 de octubre de 2013

Boludo: ¿ha dejado de ser una "mala palabra"?

Boludo: ¿ha dejado de ser una "mala palabra"?

Por lo menos en la Argentina parece que sí. Hace algún tiempo -años quizás- que es común escuchar decir, especialmente a los más jóvenes: "¿Qué haces, boludo?", "¡Hola, boludo!", "¡No seas boludo!", "¿Me estás tomando por boludo?", "¡Chau, boludo!", y un sinnúmero de expresiones similares.

     Es que el término "boludo" o "boluda" ha mutado su significado peyorativo de "persona tonta" o "pesada", "necia", por una más "cercana y familiar", tanto es así que fue motivo de tratamiento en el VI Congreso Internacional de la Lengua Española, pero más enfocada al uso argentino.

     Veamos algunos ejemplos del uso de la palabra "boludo" en países hermanos...
  • adj. Argentina y Uruguay: Dicho de una persona: Que tiene pocas luces o que obra como tal.
  • adj. Cuba: Dicho del calzado: De puntera redonda.
  • adj. El Salvador: Adinerado.
  • adj. México: Que tiene protuberancias.
  • adj. Uruguay: Lerdo, parsimonioso, irresponsable. Dicho de una persona: Que ha llegado a la adolescencia o a la juventud. Dicho de una cosa: De gran tamaño.

En nuestro país, la palabra "es empleada 'entre amigos, casi como un comodín de complicidad'. Así se expresó el escritor argentino, Juan Gelman, poeta argentino, quien en 2007 obtuvo el premio Cervantes, el más prestigioso de la literatura en español. Agregando que la palabra "boludo/a" será incluida en el Atlas Sonoro que se elabora en el congreso como un homenaje a la diversidad del español, "una lengua polifónica, policéntrica y en expansión".

     Para ampliar nuestro comentario en este post, te aportamos el editorial con el que el Periodista Miguel Cello abrió su programa "Antes que sea tarde" el pasado viernes 25, por LT10 Radio de la Universidad Nacional del Litoral, ciudad de Santa Fe, referido a este vocablo.

     "Boludo", que originalmente sonó a insulto y fue mutando casi hasta perder esa connotación en la actualidad, es la palabra que mejor representa a los hablantes argentinos. Al menos eso cree el poeta, periodista y traductor Juan Gelman, elegido por el diario El País, de Madrid, para aportar el vocablo argentino a un original atlas sonoro del idioma en el contexto del VI Congreso Internacional de la Lengua Española, que terminó el miércoles en Panamá. 'Es un término muy popular y dueño de una gran ambivalencia hoy. Entraña la referencia a una persona tonta, estúpida o idiota; pero no siempre implica esa connotación de insulto o despectiva. En los últimos años me ha sorprendido la acepción o su empleo entre amigos, casi como un comodín de complicidad. Ha venido perdiendo el sentido insultante. Ha mutado a un lado más desenfadado, pero sin perder su origen', argumentó el extraordinario escritor, ese de la prosa, digo yo, “hermosamente triste”.

     La elección de Gelman trajo a la memoria la disertación del fallecido escritor y dibujante Roberto Fontanarrosa, que en 2004, cuando la cumbre del idioma español se realizó en Rosario, expuso sobre las malas palabras y su entonación. Recordarán el “Negro” reafirmó con esa ocurrencia su paso a la posteridad. Ahora, ¿cuántas clases de boludos hay? Para mí hay tres tipos de boludos/as. El primero es el genético, de nacimiento, siempre será boludo. No se juega por nada, no opina, no toma partido, su vida transcurre sin mayores emociones, sin sobresaltos, su lugar es entre la muchedumbre. Después está el boludo que se cree vivo. Esta es una especie amplia. Yo tengo algunos entre la audiencia. Difaman, ofenden, mienten, denuncian, descalifican, opinan sin decir nada, pero siempre desde el anonimato.

     También, están en este rango los pícaros, los corruptos, los que siempre están dispuestos a sacar ventaja. Desde adelantarse en la fila hasta realizar cualquier negocio oscuro desde el Estado, el sector privado o por que no, desde el periodismo. Generalmente son mediocres, sin escrúpulos ni límites. En el último grupo estamos todos nosotros. Somos aquellos que la familia de los boludos que se creen vivos, pícaros y corruptos, creen que somos boludos. Y en realidad fuimos boludos, pero ya no, ya sabemos lo que hacen, cómo viven, cómo se aprovecharon y cuánto fracasaron los que creen que seguimos siendo boludos. Sólo falta que nos pongamos de acuerdo en no votar, en repudiar, en denunciar, en exponer a los verdaderos boludos, genuinos representantes del país, de la ciudad, de cualquier institución a la que están aferrados y en la que no queremos que estén. Claro, para eso no podemos seguir haciéndonos los boludos y participar, involucrarnos y decirles, hasta acá llegaron, “boludos”.


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Fuentes consultadas: buscon.rae.es  -  wordreference.com  -  lmneuquen.com.ar  -  facebook.com/antesqueseatarde



domingo, 20 de octubre de 2013

George Carlin: Un mensaje

George Carlin: Un mensaje


por George Carlin (1)
  • "La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos, carreteras más anchas y puntos de vista más estrechos. Gastamos más pero tenemos menos, compramos más pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes y familias más chicas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos más grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, más expertos pero más problemas, mejor medicina pero menor bienestar.
  • Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiado televisión y oramos muy rara vez.
  • Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.
  • Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la Luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.
  • Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos más pero aprendemos menos. Planeamos más pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.
  • Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero más divorcios, casas más lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tú puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.
  • Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos, porque ellos no estarán aquí siempre.
  • Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.
  • Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca, porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.
  • Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.
  • Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.
  • Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus más preciadas ideas.
  •  Y siempre recuerda: La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan".


(1) ¿Quien fué George Carlin
George Dennis Carlin (Nueva York, 12 de mayo de 1937 - Santa Mónica, 22 de junio de 2008) fue un cómico de Stand-up Comedy, actor y figura de la contracultura, conocido sobre todo por su monólogo Siete Palabras que no se pueden decir en televisión, grabado en su disco de 1972 Class Clown.

     Fue nominado en el segundo puesto en la lista de la red de cable Comedy Central entre los 10 comediantes stand-up más importantes, por delante de Lenny Bruce y por detrás de Richard Pryor. Fue invitado varias veces al The Tonight Show durante la era de Johnny Carson y fue también la primera persona en ser anfitrión del popular show de la TV norteamericana Saturday Night Live.

     Tras haber grabado veinticinco discos, catorce especiales de la HBO, publicado cinco libros, haber participado en varias películas y protagonizado su propia serie de televisión, Carlin murió el 22 de junio del 2008 a causa de un fallo cardíaco.