Se trata de aquellos casos en los que utilizamos palabras homófonas, homónimas y homógrafas.
Para ello, veamos en primer término qué es la “homofonía”. Se trata de la “igualdad en la realización fonética de dos palabras distintas. Conjunto de voces, o de sonidos, simultáneos y unísonos”. Es decir que se pronuncian igual, pero tienen diferencias ortográficas.
¿Cuáles son palabras homófonas?
He aquí algunos ejemplos: baca y vaca; tuvo y tubo; casa y caza; poso, pozo y poxo;
En segundo lugar, encontramos las palabras homónimas. Respecto a éstas, el Gran Diccionario Salvat nos ilustra: “Dícese de dos o más personas o cosas que llevan un mismo nombre, y de las palabras que siendo iguales por su forma, tienen distinta significación”. La identidad de estas palabras puede darse de dos modos: como preposición (Ej. Hacia) y como sustantivo (Ej.: Asia). Otras: aprender y aprehender, enebro no es lo mismo que enhebro, seda, no es lo mismo que "se da"; alquilo (radical) y alquilo (acción o efecto de alquilar).
Por último, analizaremos las palabras homógrafas. Según el diccionario ya citado, la “homografía”, en física, es la “transformación biunívoca del plano o del espacio en sí mismos que conserva la alineación”. Y en cuanto a la lengua, “homógrafo/a”, informa: “Dícese de las palabras con igual realización gráfica: como (adverbio), como (del verbo: comer); don (señor), don (cualidad); cerca (como adverbio de tiempo y de lugar), cerca (como sustantivo: vallado, tapia)”.
Otras que pueden confundirnos si las sacamos del contexto en el cual fueron integradas:
- sabias... sabías,
- solícita... solicita,
- revólver... revolver
¿Conocías estos términos? ¿Te animas a agregar aquí palabras homónimas, homófonas y homógrafas? Consulta con tus amigos y anímales a que hagan lo mismo en este post.
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